Después de 13 días de vacaciones por la Riviera Maya regresa su querida estrella omnisexual, más sabia, más lencha que nunca y más bronceada...
Este post no es para presumirles mi viaje, aunque les contaré algo que me pasó mientras estaba allá. Generalmente, y esto lo saben quienes me conocen, soy una de esas personas que hablan mucho, sin embargo el espíritu del viaje me llevó a reflexionar y a decidir en muchos aspectos de mi vida que estaban como cabos sueltos esperando a unirse para decir que ahora si continúo con mi vida.
Sentada a la orilla del mar, en la playa de Tulúm después de haber cruzado la Selva Lacandona, de haber sido picada por un millon de mosquitos y bichos extraños, de haber escalado todas las ruinas que me fue posible, de acampar sobre la casa de un cangrejo ermitaño, dormir con mi exnovia muchos dias seguidos, y dormido en serio, en una pequeña casa de campaña, pensar en mi trabajo, reflexionar en las personas que enviaban mensajes lindos a mi celular y en que muchos de esos mensajes en verdad no los esperaba... todo eso me hizo reflexionar en que de alguna manera el mar sana a la gente y le da respuestas, como si su vaiven rítmico guiado por el viento fuera una especie de clave morse con la cual te susurrara las respuestas que necesitas oir, aún sin preguntarselo, como si estuvieran dentro de ti y esperaran a manifestarse con el impulso del mar.
Quisiera concluir con dos preguntas para ustedes
1 La gente en el sureste es machista u Homofóbica?
2 Qué hago para que mi cara se vea menos Café?? Maldito sol!
Y vivieron felices...
Hace 6 años