El individuo ubicado en la realidad mediática actual, tiene como principal característica la universalidad, que da lugar a numerosos estereotipos y clichés, que se ven reflejados en la forma de relacionarnos con nuestro entorno.
Es sumamente común que dos personas que deciden estar juntas le llamen a su relación "noviazgo" y a partir de una fecha en la que arbitrariamente se decide que de manera oficial comience una cuenta cuya función primordial será de medidor de compromiso de la pareja.
Doloroso es, la enorme energía y tiempo que se gasta en seguir los parámetros que para la mayoría de nosotros no han funcionado en el pasado, y como el único animal que cae dos veces en el mismo error las personas tenemos una relación tras otra y las comenzamos tan mecánicamente como terminamos con ellas por aburrición, incompatibilidad etc...
"uno solo conserva lo que no amarra"
Esta frase de Drexler ha rondado en mi cabeza en los últimos días, y es por eso que entre juegos, negaciones, miedo al compromiso, la abrumadora sensación del enamoramiento inesperado y las incontenibles ganas de estar con ella, hemos prescindido de un nombre para este regalo que no hacemos mutuamente y llamamos simplemente "Cosa".
Retomando el primer párrafo podría decir que esta relación es algo especial, y dentro de toda esa masa de sucesos cotidianos a mi alrededor busco que esto sea único pues nunca antes me había sentido como ahora y me pregunto si así es como estoy madurando.
En Fin, a disfrutar nuevamente de mi vida que es ahora!
Larga vida a La Cosa!
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